¿Para ti es lo mismo estar en tu casa que en escenario en el momento de la verdad?
Si es tu caso, igual te interesa averiguar las diferencias.
¿Porqué es interesante averiguar las diferencias?
Porque los problemas nunca son generales, en realidad son siempre específicos, y encontrar esas cosas concretas son la clave para solucionarlo.
Si vas a la dentista porque te duele la muela, a la dentista no le vas a contar ni generalidades, ni tu dieta, ni tu vida. Bueno, igual se la empiezas a contar, pero enseguida te coge, te sienta te abre la boca como cocodrilo y te mira como si tuviera una lupa.
Hasta que encuentra lo que en la muela no es normal, lo que está de más, lo que molesta.
El trabajo de mentalidad no consiste en hablar de generalidades, de darte animos, de empoderarte, ni nada de eso.
Consiste en detectar qué hay que cambiar, qué te bloquea y cambiarlo.
Vamos a por las diferencias entre el escenario y tu casa, venga.
Las tuyas no sé cuales serán, las más comunes que me encuentro yo en los músicos clásicos con los que trabajo suelen ser falta de confianza, dudas, miedo a fallar, nervios, sensaciones físicas, temblores, sudores, sensación de estar observado, falta de concentración, diálogo interno, falta de conexión con el instrumento (o voz), tensión, y falta de disfrute.
Ahora, mientras te das cuenta de cómo te sientes al saber cuáles son tus diferencias, te voy a decir algo que deja sorprendidos a muchos músicos.
Ahí va:
Te estás preparando UNICAMENTE lo que es EXACTAMENTE igual en tu casa que en el escenario: La obra, las partituras, la música.
Es decir, el resto NO te lo has preparado.
Pero es que es el resto lo importante, el resto es tocar en público, bajo la presión de hacerlo bien, y a la primera.
Es decir, estás dejando de preparar lo que es diferente, lo que es importante en el momento de la verdad. Es como si eres de Madrid y vas a Asturias un fin de semana de Abril, y no llevas paraguas porque en Madrid no llueve.
Si no llevas paraguas, te mojas. Si no tienes la mentalidad adecuada, te mojas.
Y el equivalente a mojarse en el escenario es esa lista de diferencias: Nervios, etc....
Acabo de trabajar hace dos semanas con A. Violinista.
Antes de trabajar conmigo, esta violinista en las actuaciones tenía pensamientos intrusivos que le boicotean y le descentraban, y en ciertos momentos tenía incluso la sensación de prisa por que terminara la actuación.
Se sentía juzgada, y eso le pasaba incluso cuando estudiaba si había alguien escuchando. Los días anteriores sentía agobio y nervios, y al estudiar afectaba a su preparación, lo cuál hacía que se pusiera más nerviosa.
No fue fácil para ella dar el primer y empezar, sobre todo porque al principio pensaba: "Puedo eliminar los nervios yo sola" o que "Pedir ayuda es mostrar debilidad".
Sin embargo, tras dejar atrás esas creencias descubrió rápidamente que los miedos y nervios son reacciones aprendidas y que se pueden desaprender.
Ella también consiguió los resultados que ella quería con mi programa de entrenamiento Scenario a Piacere© , y lo cuenta así:
"Ha cambiado totalmente mi manera de salir al escenario. Ahora no tengo miedo a salir a tocar en público.
Me sorprendió poder eliminar estos miedos, he conseguido mucho más de lo que yo esperaba, como por ejemplo a saber cómo entrar en ese estado de fluir, de conexión con la música. No sabía que se podía conseguir, pero ahora lo he conseguido.
Antes de haber incluso completado el programa, tuve una actuación y estaba supercontenta, me sentía muy bien. Se asemejaba bastante a tocar en casa, muy cómoda".
Un saludo,
Joseba
PD: La mente puede ser tu peor enemigo o tu mejor aliada. Tu decides.
La Mente del Músico
Entrenador de mentalidad de músicos clásicos.
Un saludo,
Joseba
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